¿Sabía usted que hay un conjunto de desiertos en el mundo que se encuentran a casi la misma distancia al norte del ecuador que nuestro Desierto Chihuahuense? Los desiertos de Sonora, Sahara y Arabia son sólo algunos de éstos. Pero ¿qué es lo que ocasiona que estos desiertos estén tan secos, mientras que otros lugares son tan lozanos?
Por extraño que parezca, todo se debe a que las masas de aire suben y bajan. El aire, que se calienta cerca del ecuador, sube, dejando caer la mayoría de su agua durante el proceso. Ese mismo aire, conforme se desplaza hacia el norte, empieza a hundirse, calentándose durante el proceso. Ya que se ha deshecho de mucha de su humedad, es más probable que este aire calentado absorba el líquido en lugar de proporcionarlo. Es por eso que hay escasez de lluvias y el agua se evapora rápidamente en nuestro desierto.
El hecho de que haya tantas tierras áridas que se encuentran en nuestra
latitud comprueba la fuerte influencia de este aire que sube y baja. Resulta claro que
ésta es una fuerza que afecta al planeta entero.
Colaborador: Robert H. Schmidt, Departamento de Ciencias Geológicas, Universidad de Texas en El Paso.
El Diario del Desierto es una coproducción del Museo Centennial y KTEP, Radio Nacional Pública en la Universidad de Texas en El Paso.
Lluvia en el desierto, Condado de Hidalgo, NM. Fotografía por Arthur H. Harris.
Riley, D., y L. Spolton. 1974. World Weather and Climate. Cambridge University Press, Londres, 120 págs.
Traductores: Richard R. Ford y Genny Mooser.