| Resulta sorprendente comprobar que las moscas de la fruta, aunque un poco latosas, nos han abierto un mundo completamente nuevo. Las moscas de la fruta, también conocidas como Drosophila, son ideales para que los científicos aprendan cómo se transmiten nuestras características genéticas. Son fáciles de criar, y tienen un periodo de vida muy corto y predecible. Incluso los niños utilizan a estos curiosos animalitos en sus proyectos de ciencias. Una de las razones por las cuales son tan populares es que tienen algunas características genéticas que se pueden observar claramente y que son controladas por un solo gen. Estas características incluyen moscas con alas que no sirven u ojos blancos en vez de rojos. A los científicos también les encantan estas moscas pequeñas porque sus larvas tienen hebras largas de material genético llamado ADN, el cual está almacenado en las glándulas salivales. Esto hace al ADN relativamente fácil de ver y de trabajar con él. Las moscas de la fruta han forjado el camino para los estudios genéticos de todas las criaturas, incluyendo a los humanos. Es asombroso lo que se puede aprender de este pequeño insecto.
Colaborador: Kodi R. Jeffery, Museo Centennial, Universidad de Texas en El Paso. El Diario del Desierto es una coproducción del Museo Centennial y KTEP, Radio Nacional Pública en la Universidad de Texas en El Paso.
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