| ¿Alguna vez ha visto un insecto con cara de niño? Este es nuestro grillo de Jerusalén, también conocido como "el niño de la tierra". Aunque su aspecto tal vez dé miedo, no es peligroso, pero sí puede morder. Los grillos de Jerusalén viven en áreas húmedas del desierto, cerca de arroyos o en los patios de las casas. Generalmente se quedan bajo tierra, donde se alimentan de raíces de plantas. Estos insectos miden cerca de tres centímetros de larto y tienen las patas traseras largas; parecen saltamontes gordos. A pesar de que son parientes cercanos del saltamonte o chapulín, la diferencia es notable porque generalmente son de color amarillo-café. Si tiene la suerte de ver uno de ellos, levántelo y vea la mirada angelical en su cara. Entonces sabrá por qué los llamamos "niños de la tierra". Asegúrese de ponerlo en el suelo otra vez y cúbralo con tierra húmeda para que pueda reanudar su vida.
Colaborador: William Mackay, Laboratorio de Biología Ambiental, Universidad de Texas en El Paso, Universidad de Texas en El Paso. El Diario del Desierto es una coproducción del Museo Centennial y KTEP, Radio Nacional Pública en la Universidad de Texas en El Paso.
Niño de la Tierra (Stenopelmatus sp.) visto desde arriba (izquierda) y de frente (derecha -quizás no tan angélico, pero sí interesante). Estas imágenes son de un espécimen preservado, y el abdomen se ha encogido. Observe las espinas al final de las patas, que se usan para escarbar.
Borror , D. J., y R. E. White. 1970. A Field Guide to Insects, America North of Mexico. Houghton Mifflin Co., Boston, 404 págs.
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